Voy a empezar
este post dejando bien claro que yo soy FAN de la leche, cuanto más
entera y más grasa mejor. Me gusta sola, fría o caliente, me bebería litros. He
tomado leche con cereales para desayunar cada día durante los primeros 29 años
de mi vida (los dos últimos, gracias a Arieh, he disminuido mucho muchísimo su
consumo) y no le tengo alergia ni nada parecido, aunque tanto a mi hermano como
a mi mejor amiga les han diagnosticado este año una intolerancia severa a la
lactosa que les daba muchos problemas estomacales.
El caso es que sabíamos
que no era buena, pero no sabíamos exactamente por qué hasta que
descubrimos este vídeo, una conferencia de la nutricionista Lucía Redondo,
donde lo explica de forma perfecta y clara. Yo no voy a dejar por completo los
lácteos, seguiré haciendo pasteles, comiendo queso con la pasta y cocinando
carbonaras y quizás me dé un capricho de vez en cuando con un gran vaso de
leche fresca para merendar, pero desde luego, no seré yo la que dé leche a mis
futuros hijos hasta que estos estén ya bien creciditos, cuando puedan decidir.
Como la
conferencia es larga (dura casi una hora), me la he visto dos o tres veces y he
hecho un resumen, que se lee mucho más rápido y os da una idea del contenido.
De todas maneras, no está por supuesto todo lo que dice ni los estudios a los
que referencia, así que si tenéis algo de interés por el asunto, merece la pena
que os guardéis una horita y le deis al play (puede ser mientras fregais los
platos o cocináis, por ejemplo).
Como dato,
empezaré por decir que el 75% de la poblacion mundial son intolerantes
a la lactosa. Nuestra raza (la caucásica) está más adaptada porque
lleva mucho más tiempo consumiéndola (y por tanto sólo tiene un índice de entre
10-15% de intolerantes).
Pero la
pregunta es: ¿qué tiene la leche para que sea tan mala?
Por
ejemplo, PROTEÍNAS. Albúmina en su mayoría y un poco de caseína.
Estas proteínas son las causantes de la mayoría de alergias. Aunque se diga que
también hay albúmina y caseína en la leche humana, no son la misma caseína ni
la misma albúmina. Ni tampoco están en la misma proporción.
Cuando las
proteínas llegan al aparato digestivo son muy difíciles de digerir, porque
la leche neutraliza los ácidos del estómago (se toma para la acidez a veces),
pero como los necesitamos para digerir proteínas pues ya vamos mal. Y además se
necesita una enzima llamada rennina que tenemos cuando somos bebés (para
digerir la leche materna) pero luego se va eliminando al crecer. Mal otra
vez.
Además, las
proteínas de la leche pasan a la sangre en la gente que tiene
sindrome de hiperpermeabilidad intestinal. Si te creías a salvo lo llevas
claro, porque lo tiene prácticamente todo el mundo (todos los niños pequeños la
tienen, los adultos con mala alimentación -que comen carne y azúcar, nada tan
chungo aparentemente-, la toma de antibióticos o antiinflamatorios, el consumo
de tabaco y alcohol, el estrés y la ansiedad...), y son agujeros que se hacen
en las paredes del intestino que permiten el paso de moléculas al torrente
sanguíneo.
Y si pasan a la
sangre el organismo de forma automática activa el sistema inmunitario para
librarse de esa sustancia extraña. Eso produce como mínimo mucosidades
(eliminación de tóxicos natural), pero también problemas más graves:
asma, diabetes tipo 1 (cuando se introducen los lácteos antes de los 4 años de
edad, por ejemplo), dermatitis, eccemas, acné, artritis reumatoidea (para
tratarlas se elimina el trigo y los lácteos por completo), y por supuesto
alergias.
Además, la
leche tiene grasas saturadas (malas, malas), colesterol, la enzima
xantino oxidasa -está demostrado que la sangre la absorbe, y parece
ser una de las responsables de que los lácteos aumenten el riesgo
cardiovascular ya que daña las paredes de las arterias-. De ahí que también se
haya relacionado el consumo frecuente de lácteos como una de las causas
favorecedoras de ataques de corazón y demás.
La leche, para
digerirse, tiene que romperse y transformarse en glucosa y galactosa. Los intolerantes
a la lactosa no tienen lactasa, una enzima que permite romper las moléculas de
la leche para que se digiera mejor y se convierta en dicha glucosa y galactosa.
La galactosa además tenemos que transformarla, y si no tenemos la capacidad de
transformarla se relaciona con problemas de infertilidad o cáncer de ovario o
cataratas en los ojos. Chungo, sí.
En la leche,
por supuesto, también hay HORMONAS.
Los terneros
crecen muy rápido para ser independientes cuando antes y necesitan muchas
hormonas de crecimiento, que se les dan a través de la leche de sus madres. El
hecho de que la tomemos nosotros (es una hormona que nosotros tenemos en
pequeñas cantidades pero si las aumentamos hay mucho más riesgo de padecer
cáncer de mama y de próstata). El medicamento que se da a las mujeres con
cáncer de mama es un inhibidor de esta hormona, lo que supone una aberración si
dicha mujer sigue tomando lácteos.
Para colmo, la
leche que consumimos del súper (no ecológica), procede de vacas que son gravemente
maltratadas, que no están ni limpias ni bien cuidadas ni tienen espacio
vital, a las que se les enchufan unas máquinas ordeñantes espantosas todos los
días de su vida, y que son medicadas con muchos antibióticos y alimentadas con
piensos cargados de pesticidas. Todo esto obviamente pasa a la leche. ¡Qué
bien!
La idea de que
el calcio de la leche es vital y sobre lo necesaria que es la leche
para los huesos y para el desarrollo de los niños es una gran mentira.
El calcio es necesario, obviamente, pero está sobrevalorado y la cantidad
diaria recomendada está muy por encima de la que tendría que ser. Hay un
estudio que demuestra que en los países donde más lácteos se consumen es donde
más osteoporosis hay. La osteoporosis no es que falte calcio sino que están
oxidadas las estructuras del hueso (más y más mentiras para hacernos consumir y
evitar la caída de una indústria mega-potente).
¿Qué hacer
entonces para tener huesos fuertes?
Con una
alimentación equilibrada se aporta el calcio suficiente. Los huesos no
necesitan solo calcio sino muchos otros minerales, vitamina D (luz del sol)
para que el calcio se fije en el hueso, antioxidantes, ejercicio físico y un
equilibrio hormonal adecuado.
Y lo que NO
necesitan es abuso de proteína animal, sal y azúcar y refinados. Si tomamos
proteínas animales (la carne, entre otras cosas chungas, deja montón de
resíduos ácidos y hace que el calcio que tomamos se vaya a la orina
inmediatamente), el exceso de sal nos descalcifica y el azúcar y los refinados
son ladrones de minerales.
Con mejorar
esto en nuestra alimentación sería suficiente. Pero como dice la chica, no vale
con dejar de tomar leche pero seguir zampándose chuletones, es una tontería sin
sentido. Ahora, obviamente, cada uno hace lo que le parece :)
Si no es la
leche, qué tomamos?
Los mejores
alimentos para los huesos son:
Las algas,
porque tienen mucho calcio, magnesio, todos los minerales necesarios. El sésamo, que
tiene también mucho calcio y magnesio. Las crucíferas
(brócoli, coliflor, etc) que tienen mucho más calcio que la leche y se absorbe
mucho más (60% contra solo un 30%). Y el sol! No
tomar el sol en bikini sino que nos de el sol en la cara es suficiente.
Y si aún así
quiero tomar lácteos?
Una persona
sana y sin intolerancias podría consumir lácteos de cabra y oveja ya que causan
menos problemas que los de vaca, pero siempre que sean ecológicos (para evitar
pesticidas y antibióticos) y si puede ser fermentados pues mucho mejor. La
leche tal cual tiene TODOS los problemas que hemos comentado, pero cuando se
fermenta es como si se pre-digiriese.
Yo, como os he
dicho, no voy a suprimirla del todo, igual que de vez en cuando también soy fan
de irme al Burger King o de hincharme a marisco o a chuches e igual que me bebo
mis cervezas y mis gintonics a sabiendas de que no me hacen ningún favor. La
diferencia es que sé que lo que me tomo no es beneficioso para nada y sé por
qué no lo es, que siempre es mejor que estar en la ignorancia. Y aunque me
repito más que el ajo, creo que lo más importante son los niños. Si no
hincharías a tu hijo con hamburguesas del McDonald's, ¿por qué le haces beberse
un vaso de leche, dos yogures, un actimel y dos porciones de queso cada día?
Simplemente
creo que hay que saberlo, igual que hay que saber que lo principal para un bebé
es la leche materna y no las leches preparadas de la farmacia, y que para un
niño que ya no mama deja de ser necesario tomar ningún otro lácteo en su
vida, así espero que os haya sido útil de alguna forma, y que lo
compartáis (citando la fuente, que para eso me he currado el resumen!)
con quién os parezca oportuno, madres y padres especialmente.
Fuente:http://dumboshop.blogspot.com/2011/12/por-que-no-es-bueno-tomar-leche.html#axzz3DVdOPcnE
Màs informaciòn: http://dumboshop.blogspot.com/2011/12/por-que-no-es-bueno-tomar-leche.html#ixzz3DVdjUXTh
Màs informaciòn: http://dumboshop.blogspot.com/2011/12/por-que-no-es-bueno-tomar-leche.html#ixzz3DVdjUXTh
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