La
fructosa no es un azúcar saludable
Traducción de Mónica Gómez Santos
Traducción de Mónica Gómez Santos
Más de dos tercios de los
americanos sufren de sobrepeso, casi a un tercio se les considerada
clínicamente obesos. Los investigadores han estudiado si la fructosa contribuye
a la obesidad y
a la resistencia a la insulina, ambos factores de riesgo para la diabetes de
tipo 2, lo que incluye niveles crónicos de insulina elevados, bajos niveles de
HDL (el colesterol bueno), obesidad en la zona abdominal y presión arterial
elevada.
En animales el consumo de fructosa produce:
Resistencia a la insulina
Baja tolerancia a la
glucosa
Niveles de insulina
elevados
Triglicéridos altos
El consumo de fructosa entre los americanos, como una combinación de sucrosa y
jarabe de fructosa de maíz, ha incrementado en un 26% de 1970 a 1097. La
ingesta de fructosa en la dieta se ha incrementado considerablemente como
resultado del constante incremento de azúcares añadidos en la dieta de los
americanos.
En el pasado se consideraba que la fructosa era beneficiosa en los casos de diabetes mellitus y
resistencia a la insulina porque su ingesta no aumentaba el índice glicémico y
la producción de insulina como lo hacían la glucosa y los carbohidratos
complejos. Sin embargo, otros factores hormonales sugieren que la fructosa
contribuye a más enfermedades que la glucosa. Además, la fructosa, no la
glucosa, se metaboliza en grasa en el hígado.
Los investigadores han concluido que la fructosa añadida en alimentos
procesados (en forma de sucrosa y jarabe de fructosa de maíz) no parece ser la
mejor elección como fuente de carbohidratos en la dieta.
Pequeñas cantidades de fructosa son probablemente benignas e incluso
pueden tener efectos metabólicos favorables. Sin embargo, en base a los datos
disponibles sobre los efectos metabólicos y endocrinos de consumir grandes
cantidades de fructosa, así como el potencial de exacerbar el síndrome de
resistencia a la insulina, es preferible consumir los carbohidratos de la dieta
en forma de glucosa (glucosa en forma libre y almidón), sobre todo en personas
con niveles altos de colesterol y resistencia a la insulina que podrían ser más
susceptibles a los efectos negativos de la fructosa en el metabolismo.
Comentario
del Dr. Mercola.
Nuevas investigaciones confirman lo que dije hace dos años:
El engaño que la fructosa en una forma saludable de azúcar prevalece
en muchos círculos nutricionales. Estos estudios son importantes contribuciones
a la literatura científica que confirman que esta premisa no es cierta. Casi
todos los azúcares simples se metabolizan rápidamente y desestabilizan los
niveles de insulina, lo que contribuye a la mayoría de las enfermedades
crónicas. Por tanto, no se deje engañar y evite la fructosa lo mismo que lo haría
con el azúcar de mesa, ya que ambos causan problemas
Fuente:http://www.dietametabolica.es/fructosa.htm
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