Deutsche Welle
Los que tuvieron
la suerte de sobrevivir al ébola se inmunizaron contra el virus y podrían
ayudar a otros a luchar contra la enfermedad, sobre todo a los miles de niños
que corren peligro de contraerla.
Como
sucede casi siempre, los niños son los que más sufren cuando se producen
catástrofes. Según UNICEF, más de 3.700 niños perdieron a uno o a ambos
progenitores en la región asolada por el virus del ébola. Solo en Sierra Leona
son casi 600. Allí, UNICEF puso en marcha un proyecto en el que se reunieron 35
sobrevivientes. “Esperamos que puedan desempeñarse en las zonas afectadas por
el ébola ya que no existe el peligro de que se contagien”, explica Ninja
Charbonneaum, del Comité Alemán de UNICEF.
¿Inmunidad a largo plazo?
Solo
pocas personas han logrado sobrevivir al ébola. En Sierra Leona son actualmente
unas 650 personas. Los trabajadores de UNICEF siguen tratando de encontrar más
sobrevivientes, y cuentan con que serán cerca de 2.500 en los próximos seis
meses. Esas personas son inmunes contra determinados componentes del virus del
ébola, explica el profesor Hans Dieter Klenk, de la Universidad de Marburgo.
“El virus consiste en diez proteínas distintas. Las personas desarrollan, por
lo general, anticuerpos contra la glicoproteína.” Pero eso no es suficiente
para producir medicamentos y combatir al virus eficazmente. “Sabemos cuáles son
los anticuerpos importantes para prevenir una infección, pero tenemos que
realizar experimentos con animales”, dice el experto.
A la búsqueda de un suero contra
el ébola
Según
Klenk, la alternativa de utilizar anticuerpos ya se usó en casos anteriores de
brotes de ébola. “Nos dimos cuenta muy pronto de que la sangre de expacientes
de ébola se podía fabricar un suero”. El llamado “inumnosuero” se le inyecta a
pacientes de ébola, pero aún no se ha podido comprobar la efectividad de esta
técnica. “Por supuesto, hay cierto riesgo porque la sangre del donante puede
contener otros virus”. Desde el punto de vista médico y científico, dice el
virólogo, es más efectivo producir anticuerpos por medio de la biotecnología,
como ya se hizo con el medicamento ZMapp.”
UNICEF
se comprometió desde un principio en la lucha contra el ébola, sobre todo a
través de campañas de concientización para la población, a través de programas
de radio, de mensajes de texto y afiches. UNICEF también ayuda a niños que no
están enfermos pero que han perdido a sus padres. La organización los reúne con
otros familiares que puedan hacerse cargo de ellos o tratan de hallar familias
que los cuiden. “Para los niños es algo terrible, un trauma grave haber perdido
a uno o a los dos progenitores. Hay niños que ya ni siquiera reciben alimentos,
de los que nadie se ocupa. Aquí es donde se necesita ayuda humanitaria
urgente”, subraya Ninja Charbonneaum, de UNICEF.
Autor:
Gudrun Heise (CP/JOV)
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