La dimensión vibratoria de los aceites esenciales y sus aplicaciones en Olfatoterapia
“La vida nació de una vibración. Se
mantiene por las vibraciones. Y muere en la ausencia de ella.” Georges Lakhovky
Los aceites esenciales encierran un potencial curativo aún por descubrir, no se parecen a ningún otro producto natural y jugarán un papel muy importante en la medicina del futuro.
Los aceites esenciales encierran un potencial curativo aún por descubrir, no se parecen a ningún otro producto natural y jugarán un papel muy importante en la medicina del futuro.
Muy probablemente es de los pocos
productos con “poder unificador”, para mí la aromaterapia (entendida como uso
de los aceites esenciales para fines terapéuticos) es capaz de reconciliar la
medicina moderna con las terapias energéticas. ¡Un aceite esencial tiene
su lugar tanto en la consulta de un médico generalista como en la de
un naturópata, un psicoterapeuta, un acupuntor o un reflexólogo! Podemos afirmar que los aceites esenciales son
materia, información y vibración/energía.
La dimensión material queda manifestada en la composición bioquímica de los aceites esenciales, es decir las moléculas que encontramos en ellos son materia. También cabe destacar la carga eléctrica de las diferentes moléculas, positiva o negativa dependiendo de si hay un excedente de electrones (en este caso serán dadores y decimos que son positivas) o una falta de ellos (entonces serán receptores y decimos que son negativas)*. Las moléculas positivas destacan por sus propiedades tónicas y estimulantes generales, mientras las moléculas negativas ellas tienen más bien una acción calmante y relajante. Las moléculas y su actividad eléctrica vehiculan una información que será interpretada cuando entre en contacto con diferentes receptores biológicos (en el hombre o el animal).
Estas dimensiones más bien “físicas” están a la base de la aromaterapia científica.
Cuando entramos en la dimensión vibratoria/energética de los aceites esenciales, es necesario abandonar por completo la visión “científica” y occidental y acercarse más a la visión oriental de la medicina y del ser humano la cual contempla la dimensión energética del ser humano. Esta energía, llamada energía vital, Qi, Chi o Prana viene del Cosmos, de la Tierra, del aire que respiramos y de los alimentos que tomamos. Circula a través de una multitud de canales y centros energéticos (meridianos, nadis y chakras). Esta energía circula y vibra de un forma u otra en función de nuestro estado de salud, de nuestro entorno, de nuestros alimentos, de nuestros pensamientos y emociones. Debido a todas estas influencias es frecuente que la energía vital quede bloqueada creando desequilibrios que se manifestarán en nuestro estado de salud (físico, mental y emocional) . Es entonces cuando los aceites esenciales pueden gracias a su propia vibración liberar los bloqueos y elevar nuestra propia vibración actuando por resonancia sobre nuestros chakras y nuestros canales energéticos.
Cabe recordar que tanto las esencias cómo los
aceites esenciales se obtienen por medio de un proceso alquímico. No todas las
plantas son capaces de producir esencias, sólo las plantas aromáticas
tienen ese poder, y lo hacen bajo una fuerte influencia de los 4
elementos alquímicos: fuego (para producir su esencia una planta necesita
muchas horas de sol) , tierra, aire y agua. Los aceites esenciales
son ya de por sí unas sustancias vivas cuya vibración es particularmente
elevada y estable. Dominique Baudoux (farmacéutico y presidente de los
laboratorios Pranarôm, autor de varias obras dedicadas al uso de los aceites
esenciales) se refiere a los aceites esenciales llamándoles “esencias solares”
y tiene mucha razón. De hecho también nos dice que son un concentrado de
energía solar que nos beneficia cada vez que los usamos sea cual sea la forma
de administración elegida (oral/interna, tópica, por vía respiratoria). Es interesante recordar que la frecuencia vibratoria de cualquier cosa se puede
medir. La medida generalmente usada es el hercio (Hz) y megahercio MHz).
Algunos aceites esenciales y su frecuencia
vibratoria, medición realizada con el aparato BT3 Frequency Monitoring System creado por B. Tainio :
Rosa (Rosa
damascena)
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320 MHz
|
Lavanda (Lavendula angustifolia)
|
118 MHz
|
Myrra (Commiphora myrrha)
|
105 MHz
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Manzanilla alemana (Matricaria
recutita)
|
105 MHz
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Sandalo (Santalum album)
|
96 MHz
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Angelica (Angelica archangelica)
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85 MHz
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Menta piperita (Mentha peperita)
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78 MHz
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Galbanum (Ferula gummosa)
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56 MHz
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Albahaca exótica (Ocimum
basilicum)
|
52 MHz
|
La vibración del cuerpo humano también se ha
medido y es de 62 a 68 MHz. Por debajo de 62 MHz el cuerpo humano empieza a enfermar. Es con el fin de devolver al cuerpo humano un nivel vibratorio
correspondiente a la salud que muchos terapeutas usan la vibración de algunos
aceites esenciales.
En 1992 Gilles Fournil, terapeuta
transpersonal y somatólogo (un somatólogo estudia las
causas emocionales, mentales y espirituales para las situaciones que
experimenta el cuerpo, y cómo estas afecciones pueden permitir el crecimiento
personal) , crea
un método basado en el uso de la vibración de algunos aceites esenciales para
tratar olfativamente traumas y bloqueos. Lo llamó “olfatoterapia” , los
numerosos casos clínicos y las experiencias de numerosos terapeutas formados
por el creador de la olfatoterapia han demostrado su eficacia y yo misma he
tenido la oportunidad de descubrir este método asistiendo al nivel I de su
Formation (en total son 5 niveles para acceder al título de olfatoterapeuta).
De forma intuitiva y porque llevo ya unos cuantos años usando aceites esenciales sabía que estas sustancias tienen un alto poder transformador, pero hasta ahora y principalmente por falta de tiempo, no había explorado la dimensión vibratoria y su modo de interactuar con nuestras propias vibraciones. En el nivel I y a lo largo de 3 días intensos descubrimos en parte esta dimensión y podemos ya constatar la fuerza que anima los aceites esenciales, capaz de vehicular cambios inmediatos en nuestras percepciones y en nuestras vibraciones energéticas.
El método se apoya en la clasificación de una serie de olores (aceites esenciales) en agradables, desagradables o neutros, el objetivo es encontrar uno de cada uno de ellos para empezar a trabajar con el bloqueo. Aunque realmente se acaba trabajando con el olor clasificado cómo “desagradable o no amado”. Cada olor/aceite esencial está relacionado con un chakra, lo cual indica el centro energético en desequilibrio. Un estado relajado (el consultante está tumbado) y los olores son los que van a facilitar el acceso a nuestro inconsciente, es la vibración del aceite esencial la que va a traer luz y liberarnos del bloqueo. Lo que nos indica que el bloqueo ha desaparecido es la nueva percepción del olor clasificado como desagradable: al final de la sesión este será recalificado en agradable o neutro.
Personalmente lo que me ha impactado es la sensación de haber pasado por una intervención casi “quirúrgica” en el plexo solar! He podido sentir durante unos pocos minutos el vacío dejado tras el paso de la vibración del aceite esencial trabajado! Para justamente colmar ese espacio abierto la sesión se cierra con el aceite esencial clasificado como amado y relacionado con recuerdos o sentimientos felices, alegres y amorosos.
Para saber más sobre la Olfatoterapia visita
la web oficial de Gilles Fournil:www.olfactothérapie.com (en francés).
*Esta carga eléctrica
se ha investigado, los estudios llevados a cabo se encuentran
detallados en ellibro “L’aromathérapie exactement” (p107 a
131).
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